When the cadaverous mob saves its doors for the dead men,
you cannot leave.
– Interpol, “A time to be so small”
Acababa de entrar a un edificio antiguo, de techos altísimos y un estilo gótico. Podía sentir sobre mí el peso de todos los adornos y del mármol con el que estaba construido el pasillo por el que me guiaban. Era una fiesta formal, todo el mundo iba muy bien vestido. Incluyendo al mayordomo que me llevaba hacia el patio interior en el que sería el baile.
Aunque todo estaba en silencio, mi mente podía escuchar sonar el Preludio en Mi menor de Chopin. Eso sería una fiesta, pero el lugar me entristecía. Continue reading Delirios IV